¿Y si me quedo en blanco en el examen?

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“Mi problema son los nervios. Estudio mucho pero por su culpa no saco las notas que debería. Solo pensar en los exámenes y, sobre todo, en las notas, me pongo fatal, me bloqueo, se me pone el corazón a cien y me sudan las manos…”

Con estudiantes que nos contaban este tipo de cosas organizamos un taller el mes pasado y aquí presentamos un resumen de lo que trabajamos a lo largo de las 3 horas que duró el taller.

ansiedad examenes1. Lo primero es conocer al enemigo: la ansiedad ante los exámenes es algo bastante frecuente ( aunque muchos piensan que es algo que solo les sucede a ellos) y en realidad es ansiedad ante cualquier prueba, lo que se llama ansiedad de ejecución, que se produce ante una prueba deportiva, una entrevista de trabajo, una conferencia o una interpretación musical. Lo sufren los estudiantes, los artistas y deportistas.  La descripción fisiológica es que ante una amenaza el cuerpo segrega adrenalina que acelera las funciones (por eso se nos acelera el corazón…) para que el cuerpo reaccione más rápido. Así nos protege del peligro y nos ayuda a defendernos. El miedo es muy útil si nos permite actuar con agilidad y poner en marcha la voz interior que dirige la acción.

Esta reacción que es útil y sana no es ningún problema. Pero si la respuesta es excesiva y no tenemos autocontrol ni de las respuestas fisiológicas ni de las ideas negativas de fracaso, eso es algo nocivo que debemos aprender a gestionar porque de él va a depender en un alto porcentaje el resultado de la prueba, como lo saben muy bien los deportistas de alto nivel que reciben entrenamientos no solo físicos sino psicológicos.

 

2. Ahora pasamos a reflexionar sobre como es nuestra reacción ante las pruebas: excesiva o insuficiente, con respuestas fisiológicas o mentales, estimulantes o bloqueantes. También es importante saber qué factores agravan o suavizan nuestra respuesta. Hay factores externos como el cansancio, las prisas o el contagio de los nervios de ciertas personas, pero también hay otros internos como la responsabilidad mal entendida que nos lleva a estudiar a última hora, la presión que recibimos de nuestro entorno o un excesivo perfeccionismo. Así descubrimos cosas sobre nosotros de las que no solemos ser conscientes y que nos ayudan a buscar la solución.

 

3.Ya es hora de buscar soluciones. En primer lugar, pautas generales que el sentido común recomienda a cualquier persona para evitar situaciones estresantes:

– Practicar deporte ayuda a liberar tensiones.

–  Dormir un mínimo de 6 horas los días previos al examen y no abusar de estimulantes (café…) que al terminar su efecto pueden producir un efecto rebote.

– hay alimentos que mejoran la actividad cerebral como nueces, aguacate, pescado…sin olvidar la importancia de un buen desayuno.

– Una buena organización del estudio para ir con seguridad.

– Cuidar los detalles del día del examen (materiales necesarios, ir con tiempo y sin improvisaciones). Antes de entrar evitar hablar del examen y nunca con personas que aumenten nuestra ansiedad. Muchos deportistas escuchan música en esos ratos previos.

– Hay remedios naturales como valeriana, pasiflora o tila.

 

4. Si eso no es suficiente,  recomendamos aprender técnicas de autocontrol físico y mental para poder manejar nuestras reacciones. En el taller practicamos la respiración ventral (muy interesante el papel  del Nervio vago  pincha aquí ), la relajación muscular y, por último, la más importante que es la relajación mental que anticipa situaciones estresantes planificando su control antes de que sucedan y nos entrena a eliminar pensamientos negativos y sustituirlos por positivos.

 

5. Y ahora….a practicar en casa! Para eso tienes que salir convencida de que ese es el camino.

 

 “El taller de Relajación de hace unas semanas me pareció muy interesante, al acabar me sentía muy relajada y tranquila. Es cierto que la voz humana tiene propiedades terapéuticas. Ahora todas las noches antes de dormir hago las 3 fases de relajación (me da un poco de pereza porque era más fácil hacerlo en el taller dirigida pero lo estoy haciendo!!)  y creo que me está ayudando a controlar los nervios a la hora de estudiar y sobre todo, a la hora de hacer los exámenes, sigo yendo nerviosa pero ya no me descontrolo como antes, sé que depende de mi actitud que todo salga bien o fastidiarla como me pasaba antes “

 

 

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