Si la inteligencia es la capacidad de resolver problemas, está claro que nuestros antepasados fueron muy inteligentes aprendiendo a dominar la naturaleza, a defenderse de las fieras y el hambre. Pero hoy hay otras amenazas que son las que nos tocan a nosotros, que vienen disfrazadas de modernidad y ante las que no estamos sabiendo reaccionar…Como habéis adivinado me refiero al abuso de las pantallas. Los amenazados somos todos pero los más vulnerables son los niños y los jóvenes. Como pasa en el cuento, todos sabemos que el rey va desnudo y algunos lo están avisando pero como la solución es complicada nos estamos dejando invadir. No se trata de eliminarlas, el sol lo aprovechamos pero sabemos buscar la sombra y con ellas deberíamos hacer igual. Tenemos que protegerlos. Los padres y los centros escolares. Y es urgente. Alguno dirá…¿Tan malas son? Lo dicen los expertos: El abuso de las pantallas reduce la capacidad de atención, memoria y aprendizaje, provoca alteraciones del sueño, impulsividad y conductas adictivas, socialmente les lleva a una vida virtual, solitaria y distorsionada y en las garras de las RRSS lo que les impide desarrollar habilidades sociales y facilita los trastornos psicológicos. Si las usamos bien pueden ayudar a todo el planeta …pero igual que les enseñamos a montar en bici antes de quitarles los ruedines, ¿Por qué damos por hecho que pueden hacer un uso sano e inteligente sin haberles enseñado y cuando todavía son inmaduros? Protegemos a nuestros hijos con crema solar, cinturones de seguridad y retrasamos la edad para beber, conducir…pero les dejamos en manos de las pantallas casi desde que son bebés… ¿vamos a coger de una vez las pantallas por los cuernos? Por cierto, Steve Jobs no dejaba a sus hijos usarlas y El CEO de TIK Tok no permite a sus hijos usar la aplicación. Por algo será!
Olga Ibiricu