“Creo que ya sé lo que me falta por entender” esto me dijo L.P.H. mientras preparaba un examen de Economía. ¡Me hizo tanta ilusión oírla! Porque sé que ese ejercicio de reflexión (siempre que resuelva esas dudas) le hacía estar a un paso de triunfar. En el lado opuesto: D.M. “No sabía porque había suspendido los exámenes de Filosofía y economía, creía que había estudiado mucho y no entendía porqué no había aprobado, pero ahora estoy viendo que había muchas cosas que no entendía, y es que yo lo leía pero no lo pensaba, ni lo razonaba, solo lo repetía y como me sonaba, me creía que lo sabía” y A. Z. en Matemáticas le pasa algo similar: “ Cuando me explican los problemas los entiendo y luego no me salen en el examen, algo raro me pasa”.
El caso de estos estudiantes es muy común aunque pueda parecer exagerado. Estos días de curso los alumnos de 2º de Bachiller están con el Comentario de Textos y dedican bastante tiempo a practicar resumen y tema principal. Alguno se extrañará de que no lo dominen cuando están a punto de entrar en la Universidad y es que el principal problema que presentan muchos a la hora de encontrar el tema de un artículo periodístico es este: la metacognición, no se dan cuenta de que no lo han entendido o solo tienen una vaga idea.
Todos estos estudiantes están en Bachiller y la diferencia entre ellos es la Metacognición: ser concientes de su propio aprendizaje y poder regularlo. Saber distinguir entre las distintas situaciones y momentos que deben darse para llegar a aprender: “ no entiendo nada, me suena, entiendo estas partes más fáciles pero tengo esta lista de cosas que no comprendo, lo entiendo todo pero me falta memorizarlo, y por fin….lo domino!” El aprendizaje no es automático, sino que requiere un proceso: comprensión, detección y resolución de dudas, análisis, elaboración y memorización.
¿Por qué les pasa esto? Son mayores para no creer en los Reyes Magos pero siguen creyendo que pueden aprender sin pensar, solo repitiendo. Esa postura tan pasiva, tan poco reflexiva ¿puede tener que ver con las nuevas tecnologías? Su mundo es tan automático….no es que no tengan que hacer el esfuerzo de levantarse a cambiar el canal de la tele, es que tienen la tele en su mano, su ordenador, su tableta, todo es a “golpe de dedo”, cada vez con menos esfuerzo y acaban creyendo que también el aprender es así, automático y te preguntan “¿cómo me estudio esto? (señalando un taco de apuntes o unos temas del libro) esperando una receta sencilla, un golpe de dedo, y llegan a creer que tienen un problema, que les cuesta mucho estudiar”, cuando en realidad lo que les cuesta es aprender cuando pretenden hacerlo de modo automático, sin pensar.
Pero, como dice el blog de cerebro adolescente el 29 de Julio de 2017 ”la mente humana tiene habilidades metacognitivas que permiten observar, evaluar y controlar la marcha de las propias estrategias cognitivas”. Si queremos conseguir aprendizajes significativos (que relacionen los nuevos conceptos con los conocimientos almacenados), a largo plazo y que se puedan aplicar a distintas situaciones, es importante enseñarles a reflexionar sobre sus procesos cognitivos: ser consciente de como conocemos y poder regular nuestro pensamiento en los 3 momentos: antes, durante y después, es decir, planificar, supervisar y evaluar.
1. Reflexión sobre los hábitos de Estudio:
A. ACTITUD: conocer el propio grado de motivación, detectar la pereza o el entusiasmo, la energía que tengo o la que me falta.
B. PLANIFICACIÓN de las tareas: reflexión sobre plazo, urgencias y requisitos, de objetivos conseguidos y pendientes.
2. Reflexión sobre los PROCESOS COGNITIVOS:
*Conocer el nivel de CONCENTRACIÓN: Saber si estoy centrada o si necesito buscar la concentración: cambiar de lugar, cambiar la estrategia de estudio, planificar las tareas concretándolas lo más posible…
* El nivel de COMPRENSIÓN: Es normal encontrar palabras o expresiones que no comprendemos, el problema es no ser conscientes de ello, la metacognición consiste en serlo y buscar su significado preciso.
-Detectar palabras desconocidas.
-Detectar palabras-trampa: conocidas pero cuyo significado preciso no se conoce:”me suena, sé lo que es pero no lo sé explicar”
-Detectar frases cuyas palabras se entienden pero sin saber dar sentido a la frase (por falta de conocimientos previos o por contener exceso de presuposiciones)
-Detectar frases que se comprenden pero sin saber encontrar relación con el resto del texto.
-Ser consciente de que no se comprende realmente la teoría que hay que aplicar: “la teoría ya la entiendo pero no sé aplicarla”. Se corresponde con la capacidad de buscar ejemplos de la teoría.
Para evitar lo anterior, hay que tener siempre papel y lápiz para ir anotando las dudas, si no se anotan, se es menos consciente y se olvidan, llegando a creer “más o menos lo entiendo todo”, ese “menos” hay que anotarlo y resolverlo.
C. Capacidad de SÍNTESIS: distinguir ideas principales y secundarias, localizar ideas que se repiten o no son pertinentes.
D. Evaluar el nivel de MEMORIZACIÓN: saber exactamente si lo domino o necesito seguir memorizando:
– Lo sé repetir pero no explicar: memoria repetitiva.
– Me lo sé porque me lo acabo de estudiar: memoria a corto plazo.
– me he aprendido muy bien ideas sueltas pero me falta relacionarlas.
– Tengo claras las ideas generales pero me faltan matices y detalles.
– Sé qué partes se me resisten y que necesitan un esfuerzo especial.
– Tengo claras las palabras clave que me permiten recordarlo todo.
E. Evaluar el CONTENIDO: el pensamiento crítico que opina sobre la verdad o falsedad, coherencia o su falta de las ideas, intencionalidad del autor o claridad de ideas.
Controlar todo esto hace que cuando voy al examen sé exactamente cómo me lo sé y cuando salgo, cómo lo he hecho. En cambio, si no hago ese ejercicio mental, y me conformo con “entiendo casi todo, me sé casi “y me conformo, no me fijo en lo que me falta, voy a tener un aprendizaje mediocre y, lo peor de todo, no soy consciente de ello y me voy a frustrar.
¿CÓMO SE CONSIGUE esta METACOGNICION, esta AUTOREFLEXION sobre el PROPIO APRENDIZAJE?
Lo que mejor dirige el pensamiento, lo ordena y lo estructura es hacerse preguntas, pero como no es fácil, lo mejor es iniciarlo en clase en una primera fase de modelado. El profesor va repasando el texto, detectando frases con cierta dificultad y haciéndose en voz alta preguntas y reformulaciones que a él le ayudan a entender. Más adelante, los alumnos deben hacerlo por sí mismos con la ayuda de unas Fichas AUTORREFLEXIVAS y, por último, adquieren ese hábito mental de leer y estudiar haciéndose preguntas.