¡Cuántas veces hemos oído decir esto a nuestros alumnos. ¿tienen razón? ¿ Qué es mejor? ¿Qué les recomendamos? Los tres métodos son válidos siempre que sirvan para comprender , estructurar y sintetizar la información, para no estudiar directamente del libro de una forma pasiva sino con “lápiz y papel”, leyendo, pensando, entendiendo, relacionando y sintetizando las ideas antes de empezar a estudiar.
Un buen resumen es tan aconsejable como las otras dos técnicas pero, desgraciadamente, la preferencia por el resumen muchas veces se debe a elegir el camino más corto, con la técnica de “corta y pega” y eso no es un buen resumen, solo es un texto abreviado. Por el contrario un mapa conceptual o un esquema requieren tiempo y atención para comprender el texto y encontrar la estructura y las palabras clave para elaborarlo. Además, a algunos el resumen les da más seguridad porque creen que en él “está todo” lo que hay que saber.
Tanto el esquema como el mapa conceptual son técnicas de estudio basadas en el APRENDIZAJE VISUAL. Un método de enseñanza que busca que la persona que aprende aclare sus pensamientos, refuerce su comprensión, integre los nuevos conocimientos e identifique conceptos erróneos.
Es cierto que un esquema o mapa mal hecho puede ser demasiado sintético y carecer de la información suficiente como para que el alumno se enfrente con éxito al examen. Otras veces el esquema o mapa conceptual puede convertirse en una colección de ideas unidas con flechas pero carentes de relación y de estructura. En estos casos es normal que los alumnos perciban que el esquema no les sirve para nada y no lo usen para preparar el examen, con lo que sienten que no les merece la pena hacerlos.
Por el contrario un esquema o mapa bien hecho permite aprender con mucha mayor eficacia: se comprenden y relacionan las ideas lo que implica dedicar menos tiempo para la memorización ya que enlaza el conocimiento nuevo con el ya adquirido y asi lo almacena con mayor facilidad. No obstante, es necesario aprender a hacerlos con una buena técnica y practicar, practicar y practicar hasta adquirir el hábito que permita hacerlos con una cierta agilidad. Una vez hecho recomendamos redactarlo por escrito desarrollando las ideas principales. Así se puede hacer un buen esquema. De este modo el alumno se autoevalúa y puede valorar hasta qué punto lo comprende y se lo sabe. Esto es estudio eficaz.
La próxima semana realizaremos cursos para enseñar a estudiar de esta manera, no dejéis pasar la oportunidad!