Este curso que se acaba será recordado por las sorpresas

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Este curso que ya se acaba será recordado por las sorpresas, como la eliminación de los exámenes de Septiembre, o justo lo contrario, después de anunciar que se eliminaba la selectividad, ahí la tenemos, con diferente nombre pero casi igualita a la del curso pasado. Todavía queda un largo e intenso final de curso que va a concentrar en unos pocos días lo que antes se hacía en los meses de verano. Para algunos se adelanta la posibilidad de aprobar todo sin tener que sufrir estudiando en Agosto y por eso están estudiando ahora a tope pero para los que tengan mucho que recuperar desaparece la posibilidad de pasar limpios y puede tocarles recuperar el curso próximo, o incluso repetir.

En cualquier caso a todos les espera un largo verano que conviene planificar para poder aprovecharlo a tope, y hacer todo lo que no se ha podido hacer durante el curso: descansar, ocio, salir del entorno familiar, vida al aire libre….pero también enriquecer el espíritu leyendo. Es un buen momento para adquirir el gusto por la lectura y, a poder ser el hábito,  y compensar la tendencia actual a la inmediatez y , a veces,  la superficialidad de las pantallas y también incluir algo de trabajo intelectual. Muchos padres temen que tanto tiempo sin realizar trabajos escolares hace muy difícil la vuelta al cole. Cada uno conoce a su hijo y sabe la necesidad de descanso y desconexión o la importancia de mantenerse activo mentalmente durante el verano. Desde Aula 2 os aconsejamos quién puede necesitar no abandonar los libros:

¿ Merece la pena estudiar asignaturas si no va a haber exámenes?

  1. Los que aprueben “por los pelos” alguna asignatura pueden aprovechar el verano para cogerla desde cero, sin agobios y adquirir una buena base, y así evitar seguir sufriendo el curso próximo. Les ocurre lo mismo a los de 4º ESO que obtengan el título con alguna asignatura suspendida, no van a tener que recuperarla el próximo curso (ese suspenso se queda en “el aire” pero la falta de base puede ser un hándicap)
  2.  Los que suspenden alguna asignatura y les quede pendiente para recuperarla a lo largo del próximo curso,  podrían anticipar su preparación para evitar la sobrecarga que puede suponer hacerlo durante el curso.
  3. ¿Y los que repiten? Puede parecer innecesario estudiar porque el curso empezará sin nada pendiente o eso es lo que se suele creer. Hay un mito comúnmente aceptado de que los repetidores tienen ventaja porque van a recibir las clases por segunda vez, pero la experiencia nos dice que muchos repetidores lo han sido por las carencias con las que comenzaron el curso y no se pudieron parar a resolverlas, así que es importante que dediquen el verano a ello y empiecen el curso con la seguridad de la que carecían. Bastante frustración es para algunos tener que repetir para volver a sufrir las diferencias con el resto de compañeros, con el agravante de que son menores que ellos. Tenemos que fortalecerlos académica y emocionalmente.
  4. Entre los que han acabado bien el curso hay un grupo que necesitan un tiempo extra del verano. Me refiero a los alumnos de 1º de Bachiller que se enfrentan a 2º con la necesidad de sacar una buena nota para acceder a unos estudios universitarios que exigen una media alta. Además algunos se presentan a previos que requieren una preparación específica y no van a  tener mucho tiempo durante el curso.
  5. Alumnos que han cursado un año académico en el extranjero y necesitan  repasar de forma intensiva los conocimientos más importantes de las asignaturas troncales para evitar fracasar el curso siguiente.

Hay otra necesidad que no se refiere a una asignatura en concreto sino a la forma de estudiar, el disponer de estrategias de aprendizaje eficaces que hagan el estudio más fácil y ayuden a aprovechar el tiempo. Aunque muchos creen que los buenos estudiantes ya saben estudiar, hay muchos que se quejan que dedican muchas horas y no obtienen el resultado que se merecen, sacan buenas notas pero a base de un esfuerzo excesivo. En cuanto a los que estudian poco, hay que saber que no siempre es falta de voluntad, si no se sabe estudiar, puede resultar muy frustrante y se entra en una espiral de desmotivación que acaba confundiéndose con vagancia.

 

Publicado en Diario de Navarra 27 de mayo de 2017

verano 2017 DN

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