Consejos para los extranjeros que quieren aprender español

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Afortunadamente, hace ya muchos años que en Pamplona es fácil encontrarte por la calle con personas de diferentes países y hasta continentes que nos enriquecen con sus culturas y experiencias. Ellos deben enfrentarse al reto de adaptarse a un nuevo país y, sobre todo, aprender un nuevo idioma. Es admirable ver cómo algunos superan las grandes dificultades iniciales y llegan a niveles altos de castellano. Desde Aula 2, les recomendamos que no se limiten a estudiarlo en las clases, sino que aprovechen las múltiples oportunidades que tienen de aprender con estos consejos: 

Consejos generales:

  1. Enfrentarse al idioma con ilusión por aprenderlo. Ante la dificultad, para no desanimarse, es bueno recapacitar sobre todos los beneficios que te puede traer el aprenderlo (oportunidades laborales, de formación, conocer gente, viajar y crecer como persona) y también de manera negativa sobre todo lo que te puedes perder si no lo haces: el esfuerzo que te va a suponer necesita una dosis alta de automotivación. 
  1. Cualquier idioma se desarrolla en cuatro modalidades. Todos tenemos más facilidad en alguna de ellas y otras nos cuestan más.  Esfuérzate por practicarlas todas porque entre ellas se retroalimentan y potencian tu aprendizaje: 
  • Hablar: Hay que vencer la vergüenza de confundirse, no conformarse con monosílabos y gestos con los que seguro te entenderán sino esforzarse por construir frases completas, vocalizar más de lo que harías en tu idioma natal y usar un tono en el que te asegures que te oyen, especialmente mientras estemos con mascarillas. La falta de fluidez la puedes compensar tratando de pensar y escribir frases de uso frecuente en español.Para practicar esa vocalización, te animamos a hablar tú solo o leer en voz alta como si fueras un actor preparando su papel. 
  • Leer: Hay un debate en cuanto a si es bueno traducir al leer o hay que entender directamente. Personalmente animo a traducir textos, coleccionando palabras nuevas que se recogen en un cuaderno. Al principio cuesta más porque de cada texto hay muchas y se tarda un siglo en leerlo, buscar en el diccionario, apuntarlas…pero no hay que desanimarse sino seguir entrenando y poco a poco muchas palabras se repiten y se consigue esa comprensión automática sin traducción. Es como ir al gimnasio a coger fondo pero en vez de físico, fondo lector para poder leer de corrido.
  • Escribir: Es fácil no encontrar la necesidad de hacerlo pero es bueno como preparación de la expresión oral de la que nadie se libra. Ayuda a ordenar las ideas y estructurar las frases y, si encuentras quien te corrija, vas mejorando la fluidez. Recomendamos coleccionar los errores, anotarlos y repasarlos para no repetirlos demasiado.
  • Escuchar y entender a otros cuesta más a los que no tienen buen oído o si el interlocutor no se expresa con suficiente claridad. Por eso merece la pena dedicar un tiempo a escuchar podcast o ver películas o cualquier programa en español. Si son películas, 2 recomendaciones: seleccionar películas o series, con argumento fácil y mejor si ya se conocen en el idioma nativo, para no tener que  centrarte tanto en el argumento y más en el idioma. Y en cuanto a los subtítulos, al principio se pueden poner pero cuando se adapta el oído, merece la pena quitarlos porque con ellos, la atención se divide entre ver, leer y oír y si eliminas la lectura el oído trabaja más. Se puede repetir la misma película o programa para afianzar los sonidos. 
  • En cuanto a la odiosa Gramática, hay que dedicar tiempo a estudiarla pero cuando ya se tiene un cierto nivel. Especialmente desesperante pueden ser las conjugaciones, el subjuntivo… es mejor enfrentarse a ella cuando se lee con cierta soltura. Para poder hacer los ejercicios se necesitan 2 cosas: entender las frases, sin limitarse a rellenar los huecos, y a la vez estudiar la teoría: poco a poco hacer “chuletas” de lo aprendido.  

3.  Aprenderás mejor si, además de estudiarlo, lo utilizas en tu vida diaria en aspectos que sueles usar tu idioma nativo pero luchando contra la tentación de lo fácil: 

  • Habla, habla, habla y…habla! Si no vives en España, busca  gente que quiera aprender español como tú. Y, si no encuentras, gracias a las nuevas tecnologías, puedes hacerlo vía on line. Si vives en España, supera la tentación de estar con tus compatriotas y busca actividades con hispanohablantes. Para adquirir seguridad busca extranjeros en tu mismo caso y crea grupos donde hablar español.
  • Lee algo cada día: prensa o libros. Empieza por textos cortos que te permitan ampliar tu vocabulario y tu agilidad lectora. Además, así aprenderás frases que puedes usar en tu vida diaria. 
  • Etiqueta todo lo que te rodea. Empieza por las cosas de tu casa poniendo post-it con lo que significan para ir memorizándolas mientras te vas moviendo. 
  • Interésate por la cultura y las costumbres de la zona en la que vives o, si no vives en España, del país. Trata de participar en fiestas y acontecimientos que te permitan integrarte. 

4. Sé paciente y constante

  • No pretendas aprender español rápidamente o perderás el ánimo y la motivación. Para hablar bien un idioma es necesario invertir tiempo. Tu objetivo no es estar hablando español como un nativo en pocos meses sino comunicarte y, poco a poco, ir mejorando tus competencias. Prémiate por los logros que vayas consiguiendo y vete estableciendo nuevos retos.
  • No pretendas aprender miles de palabras y expresiones todos los días sino afianza cada día lo aprendido buscando un tiempo para repasar algo aprendido cada día. 

4.Estudia español en el extranjero

  • Lo ideal es aprender el idioma en el país pero hay muchos medios de empezar a hacerlo antes de viajar o aunque no tengas planes de hacerlo. Internet te proporciona diccionario, textos, traductores, podcast y películas e incluso conversaciones on line o por teléfono con los que puedes aprender muchísimo y gratis. 
  1. Organiza tu trabajo y a ti mismo
  • Hay tantos medios y posibles actividades que es esencial organizar tu tiempo sin pretender estar todo el día en ello. Planifica algo de tiempo diario en periodos cortos para cada actividad y desconecta el resto del tiempo. 

6. Estudia con método

Usa tarjetas de memoria. Una tarjeta de vocabulario es una pequeña tarjeta o trozo de papel que puedes llevar durante el día y que puedes mirar rápidamente si lo necesitas. Si escuchas una palabra muy a menudo, o alguna que se te resista,  anótala en una tarjeta. 

Repasa con un método activo y no te limites a repetir. 

7. Aprende con un amigo

Una buena forma de evitar la desmotivación es encontrar amigos que puedan servirte de apoyo, tanto de amigos que quieran como tú aprender, como de amigos que ya lo hablen y te puedan corregir y orientar

Aprender un idioma nuevo, como cualquier aprendizaje requiere un esfuerzo y en ocasiones puede resultar agotador y frustrante pero también proporciona mucha satisfacción cuando ves todo lo que te permite hacer y, ¿por qué no?, divertirte si lo tomas como un juego.  Desde Aula 2, ¡nuestra admiración por vuestro esfuerzo y logros!

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