Los estudios de nuestros hijos nos preocupan siempre, incluso antes de empezar esa etapa. La mayoría de los padres estamos dispuestos a hacer cualquier cosa para conseguir que les vaya bien (sacrificar su tiempo de cara a estar disponibles para ayudarles con las tareas y estudiar con ellos, apuntarles a los múltiples talleres y extraescolares con los que desarrollar sus capacidades como idiomas, robótica…)
Para saber qué hacer, es bueno ver los problemas con los que se encuentran los padres de estudiantes adolescentes (concentración, esfuerzo, comprensión lectora, motivación, abuso de pantallas… ) y pensar qué han hecho para estar así o qué dejaron de hacer y podían haber hecho y no hicieron porque “eran pequeños”. Así concluimos que nuestra labor debe ser preventiva y os proponemos poner unas buenas bases en casa, es decir, ayudarles a adquirir buenos hábitos.
Educar siempre es complicado pero si en esta etapa nos cuesta, más tarde costará más. Está claro que es mejor empezar desde pequeños porque es más fácil y más eficaz, Son más dóciles, no rechazan la compañía del adulto y se les pueden plantear como retos o juegos. Pero sabemos que es difícil, por eso necesitamos hacerlo con habilidades educativas que necesitamos dominar para ser eficaces: Con asertividad que nos permite hacernos respetar sin tener que gritar, apoyado en unas normas claras que les marquen el camino y con unas consecuencias/multas con efecto disuasorio. Con empatía para entender sus mensajes y saber compartir sus penas y alegrías. Sin asertividad, te juegas que te obedezcan y sin empatía, que tengan confianza contigo, que te cuenten, que no te mientan, todas esas cosas que cuando son pequeños son posibles y conforme crecen se convierten en algo mucho más difícil.
Entre todos los hábitos que podéis trabajar hemos seleccionado estos y los hemos organizado en 3 bloques:
INTELIGENCIA EJECUTIVA= Voluntad
- Hay que ayudarles a desarrollar su AUTOCONTROL, su capacidad de inhibir una respuesta, que les ayudará a combatir su impaciencia, impulsividad, consumir sin moderación (chuches, tele…pantallas). Para eso, hay que detectar conductas que les cuesta controlar ( esperar para comer, estar tranquilo en una cola, apagar pantallas, dejar de jugar cuando se les llama, estar en silencio cuando no se puede hablar, aceptar que le neguemos algo que piden) para ir trabajándolas. A veces se producen espontáneamente en el día a día y no siempre es fácil reaccionar bien, por eso se pueden provocar cuando estemos más dispuestos a trabajarlas. Aprender el autocontrol les ayudará en el futuro para hacer tareas escolares que requieren: estar sentados, con concentración evitando distracciones, con control de pantallas, haciendo cosas que no les gustan o les suponen un esfuerzo.
- Tenemos que conseguir que alcancen el mayor grado de AUTONOMÍA posible, que hagan las cosas por sí mismos sin el adulto. Su contrario es la pasividad, la pereza o procrastinación, inseguridad y falta de iniciativa y dependencia del otro. Pensad conductas de vuestros hijos que puedan hacer solos pero que no siempre les damos la oportunidad: Vestirse, asearse, comer, recoger sus juguetes, seguir haciendo algo aunque estén cansados…y más adelante: que se despierten solos, se preparen sus cosas, hagan alguna tarea doméstica, pequeños desplazamientos por la calle, algún recado y animarles a que tomen decisiones por sí mismos. En el futuro la necesitarán para ser autónomos en el cole, usar la agenda anotando tareas, estudio, fechas de exámenes y trabajos y en casa hacer solos sus tareas. Tenemos que esforzarnos por dejar de sobreprotegerlos, bien por evitarles sufrir, no confiar en ellos, o proyectar en ellos nuestros miedos. Y también por nuestro exceso de perfeccionismo o impaciencia.
- Pero con la autonomía no basta: pueden ser muy autónomos y también irresponsables. Hay que enseñarles la RESPONSABILIDAD, es decir, asumir las consecuencias de no cumplir con sus obligaciones. Trata de buscar tareas para él (domésticas y personales como preparar mochila, almuerzo, ropa de deporte…) porque lo necesitarán cuando empiecen con sus tareas escolares. Tenemos que esforzarnos por no impedirles asumir las consecuencias de sus irresponsabilidades: grupos de padres de whatsapp, resolver sus problemas, quitar importancia a sus faltas de responsabilidad, justificarles en el cole incluso mintiendo.
- Un hábito especialmente difícil es el ORDEN. El orden material de sus juguetes, ropas, mochila que necesitará con el material escolar. Pero también el orden de vida: horarios fijos para conseguir rutinas (dormir, higiene, comidas). Es bueno que organicemos su ocio para prevenir el abuso de pantallas y la vida sedentaria pero sin acostumbrarles a estar siempre hiperocupados. No olvidemos que necesitan tener siempre algo de tiempo libre para jugar y animarles a ser ellos quien lo organicen. Y también buscar algo de tiempo, poco, pero de calidad para hacer actividades que requieran actividad mental como leer, juegos de pensar…para compensar los juegos más “movidos” y que les ayude a desarrollar su concentración.
INTELIGENCIA EMOCIONAL:
Supone saber detectar, conocer y gestionar nuestros sentimientos y los de los demás.
- Como manifestación de esta inteligencia emocional personal, queremos destacar la autoestima que es el aprecio que nos tenemos a nosotros mismos, cómo nos valoramos. El problema puede ser la autoestima baja o inseguridad y en el otro extremo el exceso de confianza. https://aula2.com/esa-dosis-justa-de-autoestima-ni-mucha-ni-poca/
- Pero triunfar en el cole no es solo sacar buenas notas: necesitan la adaptación social a su entorno: una interacción sana con los otros niños, ser aceptado por los demás y también respetarlos, saber relacionarse y tener amigos. Nos acordamos del bullying y así prevenimos tanto que sea víctima como agresor, Y también saber relacionarse con los profesores. Para todo ello necesitan Inteligencia emocional social. Y para conseguirla hay que trabajar en casa:
1. Asertividad: saber decir lo que se piensa con seguridad pero sin avasallar, superar la timidez, saber decir no, saber reaccionar a las críticas y los halagos
2. Empatía: entender los sentimientos de los demás: saber alegrarse con ellos y sufrir con ellos
3. Tolerancia hacia los demás, especialmente a los diferentes.
INTELIGENCIA COGNITIVA:
- Aunque siempre habrá asignaturas que no les gusten, hay que fomentar su deseo de aprender. Siguiendo a Catherine L´Ecuyer ( “Educar en el asombro”) os animamos a no ahogar el asombro natural, que tienen todos los niños, pero que desaparece con la edad. Ante esa curiosidad natural motivarles a investigar, hacerse preguntas, buscar información de temas que le interesen. No hay que hacerles repelentes pero sí facilitarles estímulos intelectuales de sus aficiones y de otros temas para que los conozcan: Museos interactivos, reportajes TV, música, visitas. Es esencial para prevenir la fascinación de las pantallas que sabemos que les genera fascinación y una actitud pasiva, embotamiento, búsqueda de sensaciones nuevas y un círculo de recompensa por la acción de la dopamina que genera adicción. Pero su abuso está muy relacionado con inatención, impulsividad y adicciones. Antes de 2 años se recomienda nada de pantallas y antes de los 5 años: 1 hora/día máx. El problema en la adolescencia es grave y podemos prevenirlo.
- Capacidad de sintetizar: Saber qué es lo importante y distinguirlo de lo secundario es esencial para aprender conocimientos en el cole y para la vida.Las necesitará para el trabajo escolar y evitar que seas tú quien estudie por él: la autonomía en el estudio necesita herramientas cognitivas. Para ello:
- Fomenta actividades de comprensión lectora y de escucha, acompañadas de expresión oral y escrita. Que aprendan que comprender algo es saber explicarlo de forma sencilla. Cuéntale un cuento, escuchad juntos las noticias, un video de algo interesante y que te diga con qué se ha quedado.Lo necesitará para atender en clase que es una de los aspectos más importantes y también difíciles de trabajar desde casa.
- Fomenta que tenga que expresarse oralmente: mandale a recados, pídele que te cuente cosas o que le cuente a otros y no le cortes cuando tarda, no le acabes las frases, ten paciencia, dale tiempo, no hables tú por él.
- Que se acostumbre a escribir aunque sea poco: escribir cartas a familiares, que deje mensajes, que haga redacciones de días especiales, de cuentos o películas…corto y sin mucha corrección, que no le coja manía, y no olvides reforzarle.
- Fomenta el hábito de lectura. Sus beneficios son increíbles y contribuyen indirectamente al rendimiento académico:
1. Desarrollo intelectual: vocabulario, memoria de trabajo, atención, CL
2. Previene los problemas de concentración
3. Fuente de aprendizaje de conocimientos.
4. Alternativa sana de ocio
https://aula2.com/ayudando-a-afianzar-la-lectura/ blog educativo
MERECE LA PENA… ¡ LOS HÁBITOS, CUANTO ANTES MEJOR!