Ayudando a afianzar la lectura

Desde la Educación infantil una de las habilidades más importantes es la lecto-escritura y el niño que presenta dificultades puede comenzar un proceso de desmotivación que dificulte su adaptación a la escuela tanto a nivel de aprendizajes como socialmente. Por eso, es importante estar vigilante y poder detectar a tiempo cualquier problema. Hay casos que precisan el diagnóstico y tratamiento de un especialista, pero otros pueden solventarse con la ayuda de la familia.

Nos referimos a niños que a partir de los 7 años leen con poca fluidez y poca comprensión sin tener otro problema y acaban rechazando la lectura, con lo que el retraso se hace mayor. A veces también pueden tener dificultad para reconocer las palabras y deletrearlas correctamente o dificultad para concentrarse en la lectura. En cualquier caso, la práctica diaria es fundamental  y desde casa se puede ayudar fomentando su gusto por la lectura y proporcionándole momentos para practicar la lectura con cierta asiduidad.

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ACTITUD de los padres

  1. Transmitirle la idea de que la lectura es algo bueno, y demostrárselo con el ejemplo, que os vean leer habitualmente y disfrutar con la lectura.
  2. Actitud positiva, reconociendo la dificultad de la lectura, valorando su esfuerzo y reconociendo sus progresos.
  3. El rato de leer con ellos tiene que ser una actividad compartida, un rato agradable en el que vean que lo pasamos bien y disfrutamos de la lectura. Paciencia ante sus errores, nunca decirle que leer es sencillo y que ya debería hacerlo bien. Si no estamos tranquilos, es mejor no leer porque es imprescindible que sea un rato agradable, y no acabar en bronca.
  4. Reforzarle con vuestro interés hacia lo que ha elegido leer. Cuando lleve varios días sin leer animarle a hacerlo pero no castigarle o reprenderle. Siempre reforzarle cuando elija leer.

PAUTAS de LECTURA

  1. Deben ser momentos cortos y tareas sencillas, sobre todo al principio (incluso repetir varias veces el mismo texto para conseguir que no cometa ningún error) Hay que evitar que le cojan manía y rechacen leer. Poco a poco se puede alargar el tiempo para asegurarnos que practica lo suficiente para avanzar.
  2. Elegir con él el momento mejor, y hacerlo a diario para que se coja el hábito y se evite la discusión de si es o no buen momento
  3. Es fundamental elegir bien el material. Si están aprendiendo a leer, recomendamos…..y si ya saben pero necesitan afianzar elegiremos algo que les resulte asequible, muy interesante, divertido….lo ideal es dejarles elegir.
  4. El material no tiene siempre que ser libros, pueden ser adivinanzas, comics, chistes o cuentos cortos.
  5. De vez en cuando es bueno repetir sus libros o cuentos favoritos, así disfruta y lo puede hacer sin fallos, por lo que se sentirá más satisfecho.
  6. ¿Voz alta o baja? Lo adecuado es alternar las dos.
  • Voz Alta: es bueno para mejorar la fluidez(decodificación, entonación y ritmo)
  1. 1ºLee el adulto (con voz y entonación amena ) y luego lee el niño el mismo párrafo, tratando de imitar al adulto.
  2. Ambos leen a la vez, es una forma de “empujar” al niño consiguiendo menos fallos.
  3. Se van alternando adulto y niño con diferentes párrafos.
  • Voz baja: es bueno para trabajar la Comprensión. Lo mejor es que lo lea en voz baja, lo comprenda y luego lo lea en voz alta centrándose en la agilidad y la ausencia de errores.
  1. Objetivo: no cometer errores y una cierta fluidez, no es necesario correr. Poco a poco se va trabajando la entonación y los signos de puntuación.
  2. Ante los fallos, advertírselo pero evitar corregirle siempre y darle otra oportunidad. Tener paciencia si tarda, darle su tiempo. Si no es capaz de hacerlo, se le puede corregir pero sin agobiarle. Si hay muchos errores, no hacer caso de todos.
  3. Reforzarle los aciertos y hacerle ver sus progresos. Podemos utilizar una grabadora y así pueden escuchar sus progresos.
  4. Que haga pausas con frecuencia para recapitular lo leído, hacerle preguntas o comentarios sobre lo leído y aventurar lo que puede venir. Sirve para descansar y afianzar la comprensión de lo leído y, de paso, provocar cierta intriga.

 

OTRAS ACTIVIDADES PARALELAS

  1. Aprovechar situaciones cotidianas para leer y escribir fuera de tareas específicas de lectura: carteles por la calle, en las tiendas, cartas del restaurante, escribir la lista de la compra o enviar mensajes.
  2. Juegos con palabras: veo-veo, buscar palabras que empiecen por…, ha llegado un barco cargado de…profesiones, palabras encadenadas por una letra o una sílaba, el ahorcado,
  3. Recursos on-line.

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