Ask.fm y otras redes sociales: “Cuando nosotros vamos, ellos ya han vuelto”

Nuestros hijos viven en las redes, se comunican a través de ellas, y están permanentemente conectados. Esto edescarga-1s una realidad que hemos asumido como natural, pero no somos conscientes de la repercusión que tiene en sus vidas. El primer problema está en que no nos da tiempo a educarles en este nuevo ámbito social. Cuando leemos en la prensa la aparición de una nueva red social, nuestros hijos ya la dominan, ya se ha creado la norma y la forma de usarla, y es muy difícil de cambiar o de “desconectarles de ella”. El segundo problema es que no nos enteramos  de la cantidad de horas  que están conectados, creemos que están estudiando, volviendo del cole, viendo la tele, en la cama… Por esto hemos decidido escribir este artículo, ya que en muchos casos, los padres no conocen donde “están” sus hijos, qué les pasa, y como les tratan y son tratados a través de la red, y nos gustaría contaros algunas de  las redes que están de moda entre los adolescentes.

Una de las más “peligrosas” desde nuestro punto de vista es Ask.fm,  una página de Internet en la que  los usuarios reciben preguntas y contestan, casi siempre de forma abierta, es decir, cualquiera puede leerlas. El peligro de esta red es que las preguntas pueden hacerse desde el anonimato, por lo que el acoso, los insultos y las preguntas personales son en muchas ocasiones el tono habitual de esta red. descarga

Y las respuestas, pueden ser por escrito, o a través de videos, por lo que los niños quedan muy expuestos ante cualquiera.  El problema es que los jóvenes, que han nacido en las redes, lo ven como algo natural, pero la realidad es que no tienen recursos para saber cuándo parar, en el caso de los acosadores, ni cuando retirarse en el caso de los que sufren acoso. Tampoco tienen recursos para saber cuándo están dando información peligrosa a cualquiera que entre en la red (dan información de donde se mueven, sus hábitos, con quien salen…).

¿Esto es malo?

Además de la cantidad de horas que le dedican a esto, les está quitando tiempo de estudio, de hacer deporte, de relacionarse…y lo peor, quedan muy expuestos a un público desconocido.

Y sobre todo nos preocupa por su relación con el bullying: si siempre ha sido un problema grave, ahora lo es más porque NO TIENE FIN: salen del cole y continúan recibiendo insultos y amenazas por la calle, en casa, incluso cuando están en su habitación. No hay escapatoria; y lo mismo les pasa al acosador, el aprendizaje que hace es que puede decir cualquier cosa, a cualquiera y en cualquier momento, no hay consecuencias;

Por eso es muy difícil que los adultos lo detectemos e intervengamos a tiempo.

 ¿Y los espectadores?

Esos que ven el problema de forma pasiva, sin actuar, y ahora de forma anónima: nadie sabe que están observando y eso les facilita una postura pasiva ante la agresión.

Y así queda la foto: el acosador agrede y humilla porque sabe que no hay consecuencia, el acosado no tiene armas para defenderse, porque sabe lo mismo que el que le acosa, que nadie va a defenderle, porque los espectadores también saben que no ocurre nada, no le tienen en frente, y  por lo tanto no tienen que posicionarse ni tomar decisiones, pueden acceder a la red en cualquier momento, y ver esto como si fuera una película.

Por eso los protocolos más eficaces contra el acoso escolar, están centrando todas sus energías en los espectadores. Es en el grupo donde está la fuerza para solucionar esto: el acosador sin público se queda sin armas (y sin motivaciones en muchos casos), y el acosado que ve la pasividad de su grupo se siente abandonado y excluido. Toda esta situación lleva a nuestros niños a no desarrollar algo muy importante: la empatía con el otro. La realidad es que el que sufre acoso, ante la pasividad de su grupo de referencia, se insensibiliza cuando el problema lo sufre el otro, y lo acepta.images

Cómo padres, ¿Qué podemos hacer?

Lo primero es tener una buena comunicación con ellos para poder detectar si son acosados, acosadores o espectadores, para intervenir cuanto antes.

Por otro lado, aunque sabemos que tienen mucha información sobre los peligros de internet, hay que hacerles conscientes, conocer las redes en las que funcionan y que ellos sientan que en casa hay un control sobre su vida en internet. A todos nos parece natural controlar donde pasan tiempo nuestros hijos y con quien, pero, ¿por qué parece que si les miramos el móvil o el ordenador estamos espiando y violando su intimidad? Nuestra responsabilidad como padres es proteger a nuestros hijos y educarlos, y en este caso eso implica, a determinadas edades, ejercer un control. Y que ellos sepan  que ese control existe. No es positivo desde ningún punto de vista que nuestros hijos aprendan que pueden compartir todo con desconocidos, pero sus padres no tienen derecho a conocer cómo se comportan en las redes.

Esto es lo que hemos detectado en estos años, y lo que nos preocupa, es que es algo demasiado novedoso como para conocer el verdadero alcance de recibir, y “poder acosar”  24 horas al día.

Sabemos que es muy difícil, pero a nosotros nos gustaría que se llegara a cerrar esa red, que basa su éxito en el anonimato y vamos a iniciar una campaña para ello, pero mientras tanto os animamos a hablar con vuestros hijos para conseguir que no la utilicen (convenciéndoles o prohibiéndosela), ya que como padres tenemos el derecho, y sobre todo la obligación de protegerles.

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