Desde hace unos años las profes de aula 2 hemos empezado a conocer mucho a las abuelas de nuestros alumnos, les traen, les recogen, e incluso vienen para pedir información o para contarnos sus preocupaciones sobre su aprendizaje. Las profes que llevan muchos años se sorprenden: “mi abuela no sabía ni a qué curso iba”. Pero yo creo que se equivocan, las abuelas saben todo, solo que ahora les hemos puesto en primera línea de fuego. Las abuelas de ahora se ocupan de sus nietos más como madres que como abuelas, y adaptan su rutina a la suya. Y lo hacen encantadas. Pero no lo demos por hecho. Este punto final es para agradecerles, para animaros a valorar ese esfuerzo, porque eso ya no les tocaba y es un regalo que nos hacen, una vez más; darles las gracias, aprender de ellas y acordarnos que, aunque muchas tengan la suerte de estar sanas y fuertes, es hora de cuidarlas a ellas, de adaptarnos nosotros a ellas y hacerles sentirse queridas y acompañadas. Porque se lo han ganado. Y Porque al cuidar de ellas, también enseñamos a nuestros hijos lo que realmente importa.
Adriana Urra