¿Saben estudiar los universitarios?

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Cuando un alumno alcanza un nivel superior de estudios, como es el universitario, se da por hecho que posee unas estrategias y habilidades para el estudio adecuadas. Ha aprobado un Bachiller y un examen de selectividad ¿Cómo no va a saber estudiar?

En Aula 2 nos encontramos cada vez con un número mayor de casos en los que el fracaso académico les está llegando tardíamente, en la universidad: Alumnos con buenos bachilleres que comienzan a suspender a pesar de dedicar muchas horas al estudio. ¿cuál es el problema? En las familias saltan todas las alarmas… ¿no será adecuada esta carrera para su perfil?, ¿no está capacitado para estudiar en la universidad? Nada de eso, el problema suele estar en que durante la vida escolar han utilizado herramientas de estudio inadecuadas que, a pesar de todo, les han servido. Las dificultades aparecen cuando en estudios superiores el volumen de información que deben aprender se multiplica y deben gestionarse ellos mismos su aprendizaje.

Habitualmente escuchamos de los universitarios frases como estas:

  • “Voy a la biblioteca y estudio alrededor de 3-4h todos los días. Mis amigos estudian mucho menos y les va mejor”. La realidad es que el estudio no se contabiliza por horas, sino por IMG_0843calidad de las mismas. Habitualmente les falta planificación y pierden el tiempo porque no tienen claros sus objetivos. Cuando un alumno se sienta a estudiar debe tener claro qué va a trabajar en ese rato. Cuanto más concretos sean los objetivos que se plantee, más se aprovechará el tiempo.

 

  • “Empiezo el curso con muchas ganas, pero luego no tengo fuerza de voluntad para estudiar al día”. A menudo nos encontramos con alumnos que han estudiado siempre bajo la supervisión de sus padres o tutores. Al llegar a la universidad se considera que ya están preparados para un aprendizaje autónomo y se les deja solos para que “cojan las riendas” de su estudio. Si no lo han hecho en bachiller ¿por qué van a hacerlo al llegar a la universidad? Todo proceso necesita su aprendizaje, también el de la autonomía en el estudio. Por este motivo muchos estudiantes se benefician de la ayuda externa de un coach, o asesor que les empuje en el estudio al menos durante un tiempo, aunque al principio les cueste reconocer que necesitan ayuda.

 

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  • “No me ha dado tiempo a mirarme toda la asignatura, ¡es demasiado contenido para el tiempo que tenemos!”. De nuevo nos encontramos con un problema de planificación y organización. Si las asignaturas se llevan al día no suele haber problemas. Por otro lado, es nece sario sintetizar y procesar la información adecuadamente para retenerla con mayor facilidad. Cuando el volumen de contenido es elevado hay que recurrir a buenos esquemas, resúmenes o mapas conceptuales que faciliten el aprendizaje.

 

  • “Me lo sabía bien, no sé qué me ha pasado en el examen…” ¿realmente lo sabían bien? En muchas ocasiones el estudio ha consistido únicamente en leer y entender los contenidos, sin memorizar nada y en otros casos se ha limitado a repetirlos mecánicamente sin ningún tipo de comprensión. En ambos casos el resultado es el mismo: los conocimientos no se asimilan y el resultado de los exámenes muchas veces depende de la suerte que se tenga.

 

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El sistema universitario actual espera alumnos autónomos, activos y les requiere un esfuerzo mayor por, entre otras cosas, la realización de trabajos y la asistencia constante a clase. Esto hace que la planificación y la constancia sean fundamentales para lograr el éxito académico. La realidad es que muchos alumnos llegan sin esta preparación y tienen que aprender a gestionar su aprendizaje durante los primeros años de universidad. ¿Lo positivo? Que casi todos lo logran aunque necesiten un poco de ayuda al principio.

 

 

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