Porque estudiar no es lo mismo que «empollar»

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Siempre hemos usado la expresión “empollar” como sinónimo de estudiar pero no ha sido hasta que me he dedicado a enseñar a estudiar a alumnos de la ESO y Bachiller, cuando he entendido que el término oculta una triste verdad, que la cosa no es broma. Las gallinas empollan, se colocan encima del huevo para darle calor, no tienen que hacer nada, de hecho están en un estado de semi aletargamiento. Con eso es suficiente para conseguir un pollito vivo. Desgraciadamente hay estudiantes que se ponen a estudiar como esas gallinas, de una forma pasiva: se sientan, ponen los apuntes delante y los leen muchas veces sin pensar apenas en lo que dicen. A veces los contenidos que estudian no están bien explicados, se contradicen, no son buenos apuntes, pero no se dan cuenta porque no tratan de entenderlos. Ellos creen realmente que están estudiando y se frustran cuando ven pasar el tiempo y su aprendizaje no avanza, creen que estudiar es  cuestión de tiempo pero éste siempre les falta, llega el examen y…no les ha dado tiempo!

gallina

No somos gallinas, somos animales racionales y hay que ponerse a estudiar de una forma activa, tratando de entender lo que leemos, desmenuzando los párrafos en ideas,  diciéndolo con otras palabras, realizando esquemas y mapas conceptuales que organicen la información, con la mente especialmente activa y centrada, pensando, hablando y escribiendo y eso…no es empollar.

Hay otros estudiantes que lo hacen mejor, lo intentan entender, hacen resúmenes o esquemas pero a la hora de memorizar se atascan. Siguiendo con las metáforas animales, son rumiantes, mastican horas y horas la información pero no llegan a tragar. También es frustrante para ellos porque van al examen convencidos de que se lo saben pero luego “se quedan en blanco”. Aquí el fallo está en la falta de una memorización activa y una falta de autorregulación, lo repiten, lo memorizan pero no se autoevalúan para encontrar sus puntos débiles y poder aplicar estrategias. Esta segunda parte es el remate de la memorización y es una pena que si no se realiza,  el esfuerzo anterior se desaprovecha.

rumiante

Hay casos peores: el que no estudia sino que, como ellos mismos dicen “me lo he mirado” y normalmente a última hora.

Es muy satisfactorio comprobar la mejoría cuando un estudiante aprende a memorizar de forma comprensiva, estructurando la información y aplicando reglas mnemotécnicas y se da cuenta que así es más fácil y entretenido estudiar y, sobre todo, lo que se aprende no se olvida. No hay más que ver su cara de felicidad. Estudiar puede dejar de ser una tortura y ser gratificante.

Por eso en Aula2 realizamos durante el verano una serie de talleres en los que trabajamos estas habilidades que consideramos esenciales para un estudio eficaz.

https://aula2.com/actividades/modulos/

 

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