Los temidos exámenes tipo test

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Cada vez es más frecuente que los conocimientos de los alumnos sean puestos a prueba a través de exámenes tipo test, en los que, por lo general, una opción es la correcta y el resto son falsas. A veces, fallar en la respuesta provoca que se baje la nota (una forma de disuadir al alumno de contestar al azar); en otras ocasiones no, lo que anima a contestar todas las cuestiones incluso aunque no se sepan.

Se dice que en este tipo de exámenes no es tan importante memorizar como en otros. Efectivamente, no es necesario memorizar textos extensos, pero también hay que memorizar, en este caso, datos puros (definiciones, propiedades, fórmulas…).images

Estudio y práctica es la única forma de convertirse en un experto superando exámenes tipo test. Pero también ayuda conocer algunas estrategias y trucos para organizarte el estudio y  el momento de hacer el examen.

Os presentamos una serie de recomendaciones o consejos:

Técnicas para durante el examen

  1. Leer las instrucciones

Lo primero que tienes que hacer es leer bien las instrucciones, buscando en particular la siguiente información:

  • Si las preguntas pueden tener más de una respuesta correcta. En este caso hay que marcar todas las respuestas correctas.
  • Cuántos puntos vale cada pregunta, cuál es la máxima puntuación posible, y qué puntuación es necesaria para aprobar.
  • Cuántos puntos te quitan por cada respuesta incorrecta, o si al contrario no hay penalización
  • Si las preguntas no respondidas cuentan como incorrectas.
  • Cuánto tiempo tienes para el examen.

Cada uno de estos puntos define la estrategia que debes seguir durante el examen. Si se permite, es mejor empezar a leer las instrucciones antes de que empiece el test para poder dedicar el 100% del tiempo del examen a responder preguntas.

  1. El examen en su conjunto puede darte la respuesta a alguna pregunta.

Es importante que te leas todo el examen de principio a fin (si no es excesivamente largo y dependiendo del tiempo que tengas), y sepas qué preguntas hacen referencia a los mismos términos, o al menos puedas reconocerlas mientras haces el examen. En muchos exámenes hay respuestas ocultas, o implícitas en los propios enunciados o en la formulación de algunas preguntas. En realidad es bastante común que algunas opciones de respuesta aparezcan en varias preguntas distintas a lo largo del examen, lo cual en muchos casos nos está dando una información valiosa.

En un ejercicio de lógica durante el examen, puedes llegar a resolver varias preguntas gracias a la información implícita en los enunciados y alternativas el examen.

  1. Responde primero las preguntas fáciles

Cuando empieza el examen, lo primero es responder a todas las preguntas más fáciles, saltando aquellas donde tienes dudas sobre la respuesta, o que requieren tiempo para calcular o discernir la respuesta.  De las preguntas que saltas,  marca aquellas que crees que podrías responder correctamente pero necesitan más tiempo. La idea es obtener rápidamente todos los puntos “fáciles” nada más empezar, y dejar el máximo tiempo posible para las preguntas más difíciles. Si respondes a todas las preguntas en orden, el riesgo es que dediques demasiados minutos a preguntas complicadas, y se te acabe el tiempo y dejes preguntas fáciles sin responder.

  1. Continúa con las preguntas más difíciles, pero que sepas responder

Tras responder a todas las preguntas fáciles, vuelve al principio y empieza a contestar a las preguntas que has marcado cómo “probablemente puedo responder bien.” Cuando las estés resolviendo, sólo responde si tras dedicarles el tiempo necesario tienes confianza en poder responder correctamente. En cuanto veas que una pregunta te está dando problemas sáltala de nuevo.

Tras el segundo paso habrás ya respondido a todas las preguntas que sabes, y las que te quedan ya son preguntas sobre las que tienes dudas, o que directamente no tienes ni idea. Ahora tienes que hacer dos cosas. Primero, mirar el reloj para ver cuánto tiempo te queda, y después calcular cuántos puntos has sumado.

  1. Decidir si responder o no las preguntas de las que no estás seguro

Aquí es donde hay que pensar un poco en función de si se penaliza o no las preguntas falladas y/o las que se dejan sin responder.  En este caso, sólo quieres responder si la probabilidad de acertar es tanta para que en promedio los puntos de los aciertos superen las penalizaciones.

  1. Repasar tus respuestas

Si tienes tiempo, siempre hay que repasar las preguntas y tus respuestas. Muchos puntos se pierden en este tipo de test por haber leído mal la pregunta, y es el típico error que puedes corregir al final repasando cada pregunta antes de entregar el examen.

Técnicas para evitar errores tontos:

  • Lee detenidamente cada pregunta antes de responderla: Se pierden muchos puntos por leer mal la pregunta, y es un error fácilmente evitable. Una simple coma o un adverbio pueden cambiar todo el sentido a una frase. Muchas veces el exceso de confianza o la rapidez con la que leemos algo hace que supongamos cosas que no están escritas. Si queremos evitar este error, hay que leer detenidamente la pregunta, subrayar y a veces reformularla antes de decidir qué respuesta seleccionar.
  • Intenta responder sin mirar las opciones: Si miras las opciones sin hacer el esfuerzo que supone pensar o calcular la respuesta correcta, es más fácil que te equivoques al ver una opción que a primera vista parece razonable, pero que no es la correcta.
  • Lee todas las opciones: Si te paras en cuanto ves una opción que te parece correcta, es posible que no llegues a ver otra opción que es parecida pero diferente, y mejor que la primera.

Técnicas para responder a preguntas difíciles:

  • Sospecha de opciones que no encajan gramáticamente con la pregunta.Para respuestas no numéricas, asegura que la respuesta que te parece correcta concuerda en número y genero con la pregunta. O, si no sabes cuál es la respuesta correcta, a veces puedes descartar algunas opciones utilizando esta técnica.
  • Sospecha de las alternativas demasiado rotundas. Por norma general, las respuestas que incluyan palabras como “nunca”, “siempre”, “todos”, “ninguno”… suelen ser opciones incorrectas, aunque lo que formulan puede parecer en principio correcto. Lo normal es que a pesar de que nos suene acertada esta alternativa, haya alguna excepción a la norma que invalide la afirmación de dicha alternativa. Es poco habitual que una opción correcta se formule en términos muy absolutos y que no dejan margen a la excepción o desviación. Muchas veces la respuesta es otra opción parecida y no absoluta.
  • Compara dos respuestas que parecen correctas. Si dos opciones parecen correctas, compáralas para encontrar las diferencias, y vuelve a leer la pregunta para determinar cuál es la mejor respuesta.
  • Las respuestas que hablan de otras alternativas a misma pregunta, son especialmente importantes. Las opciones de respuesta que contengan en su enunciado “todas las anteriores son correctas”, “ninguno de los anteriores” etc. son la opción correcta en más de un 52% de los casos (lo cual en una pregunta de 3 o 4 alternativas, es bastante). En cualquier caso, si dos de tres respuestas te parecen correctas tras releer la pregunta y existe la opción “Todas las anteriores”, hay una buena probabilidad de que sea la respuesta correcta.
  • Asegura que la respuesta que eliges es siempre correcta.Recuerda que la mejor respuesta debe ser cierta siempre, en todos los casos, y sin excepción. Si crees que una respuesta es la “más” correcta, pero hay una excepción, probablemente la respuesta correcta es otra.
  • Cuestiona los extremos en las preguntas numéricas:Estadísticamente los valores intermedios suelen ser la respuesta correcta.
  • Confía en tu primer instinto:Si hay dos respuestas que te parecen que podrían ser correctas y te decantas por una de ellas, no vuelvas más tarde a cambiar tu respuesta por la otra. Estudios demuestran que tu primera impresión es correcta con más frecuencia.
  • Aprende a valorar la seguridad de tus respuestas. Ten en cuenta que en la mayoría de exámenes tipo test las preguntas que se contestan incorrectamente penalizan sobre la nota o puntuación total. Lo ideal es tener una seguridad del 80% o más, al escoger una alternativa. Sin embargo piensa que el simple hecho de eliminar o descartar una respuesta te proporciona una ventaja estadística. Algunos expertos recomiendan contestar cualquier pregunta, siempre que seas capaz de eliminar con seguridad alguna alternativa, ya que solo por probabilidad conseguirías un balance positivo en las preguntas contestadas al azar, si como hemos dicho previamente has sido capaz de eliminar alguna alternativa.
  • Las respuestas más largas y matizadas suelen ser las correctas. Por lo general, debes tener en cuenta que las respuestas más largas y con mayor cantidad de matices, suelen ser las alternativas correctas. Esto se debe a que cuando una persona diseña un examen, debe asegurarse de que las alternativas correctas que incluye en cada pregunta, deben ser indiscutiblemente correctas, sin lugar a dudas, por lo que habitualmente, tienden a realizar las matizaciones y aclaraciones necesarias, para que lo sean. Normalmente esto requiere que el enunciado de la respuesta sea más largo. Rara vez un docente se toma las molestias de realizar aclaraciones y matizaciones para alternativas de respuesta incorrectas.
  • Evita respuestas con errores tipográficos:Al elaborar el examen el profesor normalmente dedica más tiempo a crear la respuesta correcta, y la vuelve a leer más veces antes de publicar el test que las repuestas incorrectas. Así que si hay un error ortográfico, es más probable que esa respuesta sea incorrecta.

Y como en cualquier examen, no te olvides de:

  • Descansar bien la noche anterior. Si estás relajado y con energía, más capacidad de raciocinio tendrás.
  • Llegar a tiempo y con todo el material que necesitas. Revísalo la noche anterior
  • Elegir un lugar tranquilo para realizar el examen. Evita los pasillos o puertas y también aquellos  compañeros que te pueden distraer.

Pero el mejor consejo es: Prepárate y aprende a estudiar!

 

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