¿EL MEJOR PROFESOR DEL MUNDO ESTA EN NAVARRA?

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Todos los años se celebra un concurso mundial al MEJOR PROFESOR del MUNDO, es el Global Teacher Prize, considerado el Premio Nobel de los profesores (20000 candidatos de 179 países, 1 millón de euros y dos españoles finalista y ganador, David Calle y César Bona). Una iniciativa necesaria para reconocer la importancia de la labor del profesor, pilar fundamental de un sistema educativo de calidad que educa a los ciudadanos del futuro. Os animamos a que si conocéis a alguien que pueda optar, participéis presentando candidaturas.

En Aula 2 también queremos aportar nuestro granito de arena para contribuir a mejorar el prestigio de una profesión a veces no valorada suficientemente.  Creemos que hay buenísimos profesores que se merecen que se les reconozca, y por eso organizamos todos los años, desde el 2012, el concurso “Gracias, profe”, en el que a diferencia de otros, son los propios alumnos y no un jurado ajeno los que deciden qué “profe” se merece su agradecimiento. Hay distintas categorías y modalidades, redacción, dibujo y audiovisual y hay premios para los mejores trabajos. Aquí tenéis las bases:

5x3 Gracias Profe-001

¿Qué tipo de profesores se merecen el agradecimiento y pueden inspirar la participación?

  1. Los que nos enseñan muy bien y con los aprendemos mucho. (a veces se nos olvida que su principal tarea es enseñar conocimientos!). Los que dominan su materia y saben enseñarla, transmiten pasión por su asignatura, y así, consiguen que aprendamos mucho y bien en sus clases. Suelen ser determinantes a la hora de elegir nuestra profesión. Se merecen nuestro aplauso!!
  2. Los que nos ayudan a nivel personal, se implican personalmente, no se limitan a impartir su asignatura y hacen más de lo que es su obligación: están pendientes de nosotros, se preocupan por nuestros problemas, nos dan un buen consejo cuando lo necesitamos, nos motivan cuando estamos bajos de moral….
  3. Los que consiguen avances en momentos cruciales de la educación: nos enseñan a leer, nos enseñan a estudiar, nos ayudan a elegir estudios o consiguen que alcancemos algún objetivo que parecía imposible porque se empeñan en que consigamos lo que se nos resiste,  (redacciones de inglés, problemas de ecuaciones una prueba de educación física…)
  4. Los que aciertan con casos difíciles, que otros dan por imposibles, ya sean alumnos con problemas de conducta o dificultades de aprendizaje específicas.
  5. Los que, con su forma de actuar, (honrados, sinceros, responsables o comprometidos) se convierten en modelos para sus alumnos y consiguen inculcar en ellos valores que no se aprenden en los libros ni estudiando teoría.

¿Somos tan ingenuos de creer que los alumnos valoran todas estas cosas, se paran a pensar en lo que han hecho por ellos y se animan a decírselo? No, claro, sabemos lo que cuesta, sabemos que hay alumnos, (y padres también!) poco reflexivos, desagradecidos, insensibles, pero también tímidos, o con miedo a ser considerados “pelotas”, también están aquellos a los que les cuesta expresarse o que no encuentran la ocasión, incluso los que nunca se habían parado a pensarlo. Son prejuicios que desaparecen cuando leemos y vemos los trabajos que se presentan año tras año al concurso, los de los ganadores y también los que no alcanzan el primer puesto pero demuestran haber comprendido el espíritu del concurso. Todos los años nos emocionamos y nos alegramos de hacer el esfuerzo que supone organizar este concurso, porque descubrimos historias preciosas.

Lo hacemos porque creemos que lo necesitan los alumnos. Vivimos en una sociedad áspera, bronca, donde este tipo de cosas pueden sonar cursis, la educación en valores suena ñoño, pero a todos nos gusta cruzarnos y convivir  con personas, niños y adultos, que piden las cosas por favor, porque saben que están pidiendo un esfuerzo y dan las gracias porque valoran lo que el otro ha hecho por ellos, que respetan el trabajo del otro. Por eso no queremos fomentar gestos formales vacíos sino  enseñarles a valorar y mostrar empatía y solidaridad, y así aprendiendo a respetar al profesor,  también lo harán con el conductor del autobús, el camarero del bar, sus amigos o su pareja.

Lo hacemos porque también creemos que lo necesitan los profesores. El profesor necesita una posición de autoridad para conseguir un ambiente de trabajo donde desarrollar su labor y ese respeto es algo que el profesor se debe ganar pero también depende de los valores que se respiran en el ambiente. ¿no hay cada vez más profesores desesperados por el comportamiento de sus alumnos ? ¿no es cada vez  más frecuente tener alumnos “majos” que normalizan las faltas de respeto al profesor como parte de su trabajo? No podemos dar por hecho que los alumnos van a respetar al profesor y más en la sociedad en que vivimos en la que todos somos más conscientes de los derechos que las obligaciones. Es algo que hay que enseñar e inculcar, y es labor de los padres y la escuela, como parte de la Educación Emocional.

 Además, algunos, los mejores, se lo merecen! Se merecen que reconozcamos que hacen por nosotros o por nuestros hijos algo grande, algo determinante en sus vidas, más de lo que tienen obligación y que no se paga con dinero pero si con un …Gracias, profe! Es de justicia…

 Todos hemos sido estudiantes, o tenemos hijos, sobrinos, alumnos que tienen un profesor que ha sido importante para ellos, y para agradecérselo, a veces solo necesitan un empujón. Desde Aula 2 se lo damos organizando este concurso, poder ser ganadores y conseguir el premio (aunque sabemos que el mejor premio es desarrollar su capacidad de agradecer) pero para algunos eso no es suficiente y necesitan el empujón de un adulto que les anime a ponerse manos a la obra: sus padres que saben que es una forma de educarles: “lo malo, piénsalo muchas veces antes de decirlo, lo bueno, dilo siempre”, sus profesores también pueden animarles,  no pidiéndoles que le den las gracias a él, sino a cualquier profesor presente o pasado, y,  si es el profesor de lengua, de plástica o de tecnología, como un medio de fomentar la expresión escrita, la creatividad y el arte. ¡Cuántas vocaciones artísticas han nacido en los concursos¡

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